Consideraciones relativas a la sustitución de calderas por aerotermia

11/01/2023

Artículo elaborado por Daikin España

 

Con el paso del tiempo, las calderas instaladas hace unos años se van quedando obsoletas y siendo reemplazas por otro tipo de generadores. En gran parte de las ocasiones, esta sustitución se hace por una bomba de calor aerotérmica aire-agua para poder ofrecer el mismo servicio con un gran ahorro económico. No obstante, antes de sustituir una caldera por una bomba de calor es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:

TIPOS DE INSTALACIONES EXISTENTES CON RADIADORES:

Básicamente se pueden encontrar dos tipos de instalaciones.

  • Instalaciones monotubo: En las cuales el agua de retorno del primer radiador es el agua de entrada del segundo radiador. Este tipo de instalaciones suele trabajar a muy alta temperatura para poder dar servicio a todas las estancias.
  • Instalaciones bitubo: Los radiadores están conectados en paralelo y reciben el agua de impulsión desde el generador prácticamente a la misma temperatura. Trabajan a menor temperatura que los sistemas monotubo.

Antes de plantear la sustitución directa por la bomba de calor, es necesario conocer la tipología de instalación en la que nos encontramos. La eficiencia y rendimiento de la bomba de calor es altamente dependiente de la temperatura de agua de impulsión. A mayor temperatura, peores resultan ambos valores. Es por ello, que en instalaciones monotubo es necesario plantearse si realmente es plausible este tipo de sustitución.

DIÁMETRO DE LAS TUBERÍAS EXISTENTES

Otro aspecto muy relevante a tener en cuenta es la sección del paso del agua a través de la instalación. Las tuberías existentes son un fuerte condicionante en este aspecto debido a que el funcionamiento de las calderas es muy dispar al de la bomba de calor. La caldera trabaja con saltos térmicos bastante elevados y caudales reducidos. Mientras que el equipo de aerotermia lo hace con caudales elevados y saltos térmicos más moderados.

Para poder transmitir la misma potencia, el equipo de aerotermia deberá mover mucho más caudal y ante una misma sección de paso de tubo, la velocidad del agua será muy superior. Esto puede acarrear dos consecuencias.

  • Por un lado, un aumento del ruido en la instalación que puede llegar a ser molesto para el propietario.
  • En segundo lugar, un aumento exponencial de la pérdida de carga que puede hacer trabajar a la instalación con unos niveles de caudal inferiores a los nominales para combatir las cargas térmicas que resultarán en una falta de en las condiciones de confort.

Una posible solución si se desconocen las características hidráulicas de la instalación, pasa por utilizar un separador hidráulico y bomba de secundario con el fin de poder trabajar de forma independiente con la bomba de calor y la instalación.

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PASO DE TUBO EN INSTALACIONES CON SUELO RADIANTE

El hecho de la aerotermia es reversible en la mayor parte de las ocasiones, resulta muy atractivo la posibilidad de ofrecer esta característica adicional a los clientes en aquellas instalaciones con suelo radiante y caldera existente. No obstante, bajo estas condiciones, puede no ser suficiente. La capacidad de emitir calor por parte del suelo es muy superior a su capacidad de absorber calor y refrigerar. Al estar combinadas con calderas, el cálculo de las necesidades se realizaba sólo en calefacción quedando infradimensionadas en modo frío. Es por ello, que en caso de querer “reciclar” dicha instalación, es muy probable que sea necesario utilizar un fancoil como apoyo para poder compensar la limitación del suelo refrescante consecuente del punto de rocío, especialmente en aquellas zonas de alta ocupación.

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LIMPIEZA DEL CIRCUITO HIDRÁULICO

Después de años de vida útil, la instalación habrá acumulado una gran cantidad de suciedad, lo que empeora la transferencia de calor, aumenta la viscosidad del agua y podría producir fallos de funcionamiento en el nuevo equipo. Es por ello, que es de crucial importancia, antes de realizar la sustitución, realizar una limpieza completa de la instalación existente. Además de realizar varios enjuagues, es muy recomendable el utilizar un desincrustante para cerciorarse de que se eliminan al completo las posibles incrustaciones de suciedad que pudiese haber presentes en las tuberías. Siempre siguiendo las instrucciones descritas por el fabricante. Finalmente, emplear un inhibidor de corrosión resulta una opción muy interesante para prolongar la vida útil de la instalación y mejorar su rendimiento a largo plazo.